Wednesday, November 22, 2006

Sobre la impermanencia




Luego de permitir que algunos de sus amigos, dos o tres periodistas especializados, y algunos criticos, que para siempre guardaran silencio, leyeran la Ășnica copia manuscrita de su ultima y mejor novela ( en ellos concordarian todos ). Martinez ofrecio para todos una cena, solicito que encendieran la chimenea y ante los ojos atonitos de ellos, arrojo los cuadernos verdes tachados de arriba a abajo y la version corregida que habian leido, al fuego.
-Ahorremos tiempo, al tiempo-dijo.