Monday, November 28, 2005



los dias se le arrancan a uno y uno los persigue. Eso me pasa.

La semana pasada deje de lado este ejercicio, de blogerismo. Me imaginaba que el resfriado era una especie de animal que se me colgaba en las tardes de los hombros, y que me inyectaba peculiares fluidos por una de las fosas nasales, que luego eran expulsados por el que suscribe entre mezclas de asombro y sonoridades particularisimas. En ello se me iban las tardes, cansado como los cuatro jinetes que corren a francia y que corren y corren y nunca se alcanzan.

pero resucite, gracias al propoleo, a las aguitas de yerbas y a que me quede en casa en claustrado, cual anacoreta del medievo medieval.

Chicos y chicas, gracias por sus palabras buenas o malas a los poemismos mismos. Gracias a ellas, he vuelto a ellos como una anacoreta del medievo medieval que vuelve de la medievalia.

Y gracias tambien a los dias soleados, al cafe, a los libros, al sudor, a las mujeres que caminan por la calle. Todas cosas que no dejan de asombrame.

cof cof.

cambio y fuera

6 comments:

Roma said...

es bueno sentirse bien despues de un tiempo
la salut es de lo mas importante de todo...

salut!

Claudia Corazón Feliz said...

Con razón ya te extrañaba en la blogósfera... pensaba que te habías olvidado de esta umirde servidora.
Cuídate, no hay nada más asqueroso (aparte de mi exmarido, jajaja) que un resfriado con calor.

Anonymous said...

Valparaiso polvoriento y con metro nuevo es como para sorprenderse... cual anacoreta del medioevo moderno...

Tome palto miel para el res-frio, y caldito de ave (dicen que ayuda, aunque ud es vegetariano, pero bueno... en una de esas)...

un abrazo!!

zombre said...

PENSE Q POR ESTAR HELADO NO LE SUCEDIA NADA DE ESO.

Explorando said...

oki doki!

[Matilda...] said...

Yo también he estado un poco perdida.

Fin de años.

Nada peor