Thursday, November 25, 2010




Colecciono papeles,monedas, envoltorios, retazos de tela.
Notas y voces de esa aria interminable
cantada para ella desde que nació.

Ella estaba allí, asomada a ratos, impasible ante el canto,
entre las paginas.

Michael deslumbrado por el rayo de Apollonia.
Sus piernas avanzando por Norcal, montada en el espectro
veloz de su bicicleta de papel.
María llorando.
Ariadna sosteniendo el hilo.
Chani.
Sonriendo en el recuerdo de Parzifal combatiendo al Caballero Rojo.

El rostro desdibujado por el tiempo,
como un retrato de barro,
borrado y construido
nuevamente
y nuevamente,
y nuevamente,
y nuevamente,
otra vez mas.

Siempre promesa de una imagen
resistente a la muerte y sus embates.


Cuantas figuras para un solo segundo de este tiempo.
Cuanta saliva arrojada sobre las sucias paginas, en busca
de retratarla y detener el río de mariposas que era,
impetuoso.

Trazadas con desesperación sobre los lienzos cada imagen
es un osario desalmado de su esplendor,
una replica lejana de su gracia simple.

Decenas de fotografiás.

¿Y si pudiésemos guardar el aire que exhala?

Es este tiempo inmortal el que nos mata,
quien devora nuestras manos
como libros para quemar,
arrojada,
hoja a hoja a la hoguera,
la flor tierna de sus letras.

Este tiempo inmortal
como el azúcar, horadando nuestros huesos,
dulce como una madre arrullándonos
en medio del veneno.