
Dudo de mi.
Me veo dudando
con las rodillas hacia adentro.
Sentado, de pie,
en la mitad del restaurant,
rodeado de mozos perplijísimos
que inquieren.
Escondido debajo de las mesas
veo sus zapatos relucientes buscándome.
Frenéticas hormigas en busca de una presa
para meter al hormiguero.
9 comments:
frio, hace frio aca
vaya... como es posible que aun no seas un famoso poeta?, en verdad eres bueno con los versos... ¿o es idea mia?. hay un eastilo creo, ¿no?, si, hay un estilo, quiewn sabe como podriamos
Tantas lecturas y juegos de palabras... ¿un borracho que no quiere ser del montón? ¿un abogado que quiere ser un hombre de letras y no de códigos?
Ya sabe como se pone el acero con la humedad...
Besos.
Yo creo que no pagaste y querían que lavaras los platos...
Mhmm, no sé porqué recordé Delicatessen, de Caro y Jeunet.
Bueno.
¿Cita a ciegas?
¿Espera de licor percolada?
LO BUENO QUE NO ERAN CARNIVORAS
debo reconocer que soy un poco ingrato, varias veces me has comentado y yo ni me he acercado a tu blog.
Sobre el poema, que gueá no será que queriai hacer perro muerto.
Yao nos leemos
y no se porque me tinka que vos estai emparentao con la furiosa.
Nos lemos
Qué lindo..
No hay sensación más segura que estar bajo las mesas o las camas.. jajaja. Es el lugar preciso donde dudar.
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