Saturday, September 24, 2005

Noche en el restaurant.




Dudo de mi.

Me veo dudando
con las rodillas hacia adentro.

Sentado, de pie,
en la mitad del restaurant,
rodeado de mozos perplijísimos
que inquieren.

Escondido debajo de las mesas
veo sus zapatos relucientes buscándome.
Frenéticas hormigas en busca de una presa
para meter al hormiguero.

9 comments:

Unknown said...

frio, hace frio aca

Syrgo de Enefaso said...

vaya... como es posible que aun no seas un famoso poeta?, en verdad eres bueno con los versos... ¿o es idea mia?. hay un eastilo creo, ¿no?, si, hay un estilo, quiewn sabe como podriamos

Claudia Corazón Feliz said...

Tantas lecturas y juegos de palabras... ¿un borracho que no quiere ser del montón? ¿un abogado que quiere ser un hombre de letras y no de códigos?
Ya sabe como se pone el acero con la humedad...
Besos.

Lolo said...

Yo creo que no pagaste y querían que lavaras los platos...

miursa larante said...

Mhmm, no sé porqué recordé Delicatessen, de Caro y Jeunet.
Bueno.

Louis Cyphre said...

¿Cita a ciegas?
¿Espera de licor percolada?

zombre said...

LO BUENO QUE NO ERAN CARNIVORAS

garta said...

debo reconocer que soy un poco ingrato, varias veces me has comentado y yo ni me he acercado a tu blog.
Sobre el poema, que gueá no será que queriai hacer perro muerto.
Yao nos leemos
y no se porque me tinka que vos estai emparentao con la furiosa.
Nos lemos

galgata said...

Qué lindo..
No hay sensación más segura que estar bajo las mesas o las camas.. jajaja. Es el lugar preciso donde dudar.