Friday, August 05, 2005

Artaud


No podemos vivir eternamente
rodeados de muertos
y de muerte.
Y si todavía quedan prejuicios
hay que destruirlos
"el deber"
digo bien
EL DEBER
del escritor, del poeta, no es ir a en-
cerrarse cobardemente en un texto,
un libro, una revista de los que ya
nunca más saldrá, sino al contrario
salir afuera
para sacudir
para atacar
a la conciencia pública.
si no
¿para qué sirve?
¿Y para que nació?
Antonin Artaud.

8 comments:

miursa larante said...

Bueno, es muy artaudesco, y calza perfectamente con mi ánimo de hoy, luego de ir al lanzamiento de un libro y sentirme menos sola :)
Saludos, gracias por este inspirador texto.

Santiago Illapa said...

El curso que llevas en la cárcel me parece notable. Siempre he querido hacer algo así, pero ese "he querido" marca la diferencia entre tú y yo... Felicitaciones.

Claudia Corazón Feliz said...

Mmmm...me pregunto si estabas triste, angustiado o sólo lo escribiste, nomás. Antonin Artaud es un poco oscuro y triste,¿no crees?
Yo también viví en Valpo alguna vez.

zombre said...

HAY QUE SANGRAR Y ENSEÑAR LAS HERIDAS, COMO CRISTO PARA SACUDIR LA CONCIENCIA.

EL ATARDECER IBA CAYENDO Y LAS SOMBRAS AZULES SE AGRUPABAN EN LAS MONTAÑAS SANGRE DE CRISTO HACIA EL ESTE. ¡SANGRE DE CRISTO! ¡RIOS DE SANGRE! ¡MONTAÑAS DE SANGRE!. ¿ES QUE CRISTO NUNCA DEJA DE SANGRAR?

BURROUGHS EL LUGAR DE LOS CAMINOS MUERTOS

Anonymous said...

La poesía maldita siempre me ha llamado la atención... entre Mallarmé , Buadelaire y el señor Artaur (suena como ataud)... hay muchas cosas desgarradoras que sobrepasan la emocionalidad... ente ellas el gesto de la melancolía.

Nunca he ido a la carcel, ni literal ni metafóricamente...

Es genial hacer clases, lo sé por experiencia propia...

saludos porteño.

Louis Cyphre said...

gracias por publicar ese texto, no lo conocía. Es muy aclaratorio sobre la orientación de la vocación literaria.

por lo pronto sigo pensando qué delito cometer para caer preso y asistir a tus talleres.

Santiago Illapa said...

El libro de Mircea Eliade es "Mefistófeles y el Andrógino". Alguna vez lo tuve que leer (en formato fotocopia) para uns eminario sobre lo demoniaco que tomé en mis lejanos tiempos de estudiante.

cabezadejuguera said...

No podemos vivir eternamente rodeados de fiambres ni de envases de queso de cabeza.
Mortadelas con pimiento sí, mortadelas normales no.